En ocasiones, nuestros hijos se enfrentan a situaciones complicadas de resolver, o emociones difíciles de comprender para su edad (p.ej., ansiedad, irritabilidad, problemas de conducta, etc.). En estos casos, los padres son los primeros afectados por la situación y es cuando surge la necesidad de acudir a un psicólogo infantil para que les oriente sobre cuál es la mejor manera de solucionar el problema.
En este sentido, en nuestras consultas encontrarás una atención personalizada y un asesoramiento psicológico de calidad que te permitirá ayudar a tus hijos. Nuestro psicólogo infantil, tras evaluar el caso, realizará una intervención eficaz para resolver el problema.
A diferencia de los adultos, el periodo de crecimiento y desarrollo de los niños está lleno de cambios y dificultades. Aunque la familia sólo solicita ayuda cuando aparecen problemas de comportamiento evidentes, muchos otros cursan de forma silenciosa y requieren ayuda profesional. Los niños pueden presentar distintas alteraciones emocionales (ansiedad, estrés, depresión, etc.) o problemas adaptativos (somatizaciones, bajo rendimiento escolar, etc.).
Por otro lado, en muchas ocasiones los padres se pueden sentir preocupados y pueden experimentar dudas o temores ante diversos problemas de sus hijos (miedos nocturnos, enuresis, ecopresis o la actividad sexual temprana). Aunque la mayor parte de las veces esto se debe a la edad y el periodo del desarrollo, en otras puede ser necesario recibir ayuda profesional o algún tipo de tratamiento psicológico.
Es por todo lo anterior, que una intervención eficaz y a tiempo puede contribuir a aliviar el malestar de su hijo y evitar futuros problemas. Como profesionales conocemos los factores que pueden estar afectando a tu hijo y apostamos por un trabajo integral, abordando en profundidad todos los aspectos del problema.
Nuestro psicólogo infantil nos permite abordar una amplia gama de problemáticas infantiles, tales como escaso rendimiento escolar, miedos nocturnos, comportamientos desafiantes, y determinados trastornos como ecopresis y enuresis, principalmente mediante el empleo de las técnicas congitivo-conductuales para garantizar la máxima eficacia terapéutica.