En nuestras consultas somos conscientes de la importancia de disponer de un tratamiento psicológico adecuado para cada problema que nuestros pacientes puedan presentar. De la misma manera que ocurre en la medicina, en el campo de la psicología es imprescindible contar con tratamientos que hayan probado ser más eficaces, que mantengan mejor los resultados de la intervención y prevengan las recaídas a largo plazo. Por este motivo, trabajamos desde la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) que es la que dispone de mayor eficacia probada, según las principales guías de tratamiento basadas en la evidencia científica (p.ej., la división 12 del APA –TaskForce-; el National Institute for Health and Clinical Excellence –NICE- o las Guías de Práctica Clínica del Sistema Nacional de Salud).
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es uno de los paquetes terapéuticos más completos y con mayor soporte empírico en la actualidad. En ocasiones, las personas aprendemos a comportarnos de una determinada forma que, a veces, genera problemas y afecta a nuestra calidad de vida. Esta forma de tratamiento busca que la persona ¨modifique¨ dichas conductas, rompiendo la relación con los factores que las mantienen y afectan a nuestra salud. De esta forma, la TCC es una intervención profesional que aborda tanto las manifestaciones cognitivas como conductuales de un problema y pretende combatir el sufrimiento de la persona o facilitarle las habilidades apropiadas para enfrentarse a los distintos problemas de su vida. En este sentido, nuestra metodología de trabajo está divida en 4 fases que guiarán el proceso terapéutico:
La fase de Evaluación nos permite averiguar la razón por la que un paciente busca ayuda. Se caracteriza por la realización una entrevista que se compone de una serie de preguntas y la aplicación de cuestionarios, ambos, destinados a identificar el problema y proponer el tratamiento que mejor se ajuste a las necesidades de cada persona. En este momento, terapeuta y paciente identifican los objetivos a trabajar durante el tratamiento.
En esta fase, el terapeuta proporciona información acerca de cómo se originó el problema y señala determinados factores que están haciendo que su problema se mantenga en el tiempo a pesar de los esfuerzos de la persona por hacerle frente. En esta sesión el profesional presenta al paciente un plan de tratamiento terapéutico para cumplir los objetivos que ambos habían establecido en la fase anterior. Muchas personas encuentran alivio y tranquilidad en conocer lo que les ocurre y el camino para combatir su sufrimiento. Este es el motivo por el que desde Esfera-Psicología le damos tanta importancia a esta sesión.
La fase de tratamiento tiene por objetivo dotar a la persona de las habilidades adecuadas para hacer frente a los diversos problemas de su vida. Al mismo tiempo, el paciente aprende a interpretar la realidad de un modo más adaptativo que le ayudará a disminuir el nivel de malestar que experimenta. La duración de esta fase variará dependiendo de distintos factores (véase FaQ’s). No obstante, lo más importante es que el paciente asuma un papel muy activo durante la terapia. Por tanto, el trabajo conjunto de terapeuta y paciente es lo que determina el éxito de esta fase.
En este momento, el paciente ya habrá experimentado una mejoría significativa en los síntomas que le motivaron a acudir al psicólogo. Las sesiones se van espaciando cada vez más en el tiempo hasta que el paciente es capaz de retomar su vida y asumir con autonomía las dificultades que se le presenten. El trabajo en esta fase es tan importante como el que se lleva a cabo en la fase anterior ya que posibilita que se mantengan los resultados y la prevención de futuras recaídas.
En los últimos años, la investigación y el uso de estas técnicas han permitido que la TCC evolucione para mejorar sus resultados y superar sus limitaciones (terapias de conducta de tercera generación), como son la Activación Conductual (BA), la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), la Psicoterapia Analítica Funcional (FAP) o los tratamientos centrados en la Atención Plena o Mindfulness. Debido a esto, somos unos profesionales, en constante actualización, esto nos permite ampliar nuestra oferta de tratamientos incorporando estas terapias.
Es una terapia dirigida a mejorar el estado de ánimo de los pacientes con depresión. Su enfoque consiste en incrementar jerárquicamente actividades para conseguir que el paciente vuelva a entrar en contacto con experiencias vitales agradables. Se aprende a encarrillar los pensamientos negativos, identificar situaciones de vulnerabilidad, elegir las actividades más adecuadas y a prevenir futuros episodios depresivos.
Está orientada a promover la aceptación de los eventos privados (p.ej., sensaciones, pensamientos, emociones, recuerdos, etc.) y el compromiso de comportarse según los valores personales. La terapia utiliza paradojas, metáforas y ejercicios experienciales con el objetivo de que el paciente comprenda vivencialmente que su lucha por evitar los eventos privados los refuerzan a largo plazo y le conduce a una vida limitada, dolorosa y sin sentido. De este modo la persona se encuentra atrapada en una lucha continua con sus experiencias internas, en vez de centrarse en sus metas vitales.
Esta terapia usa la relación terapéutica como medio para fomentar el cambio en la conducta del paciente. La FAP consigue cambios terapéuticos a través de un análisis personalizado de los problemas del paciente, particularmente los que ocurren en la propia terapia y la aplicación de intervenciones durante el trascurso de las sesiones. Durante la terapia el terapeuta muestra una actitud empática, cercana y tolerante.
Es un tipo de terapia psicológica que busca que la persona se centre en el momento actual, en el aquí y ahora, atendiendo a las sensaciones que se experimenta y abrirse a ellas, sin valorarlas ni juzgarlas. En síntesis, Se trata de conectar con el presente, impidiendo así que la mente divague en pensamientos del pasado o del futuro. Con su práctica se consigue, entre otros beneficios, aumentar las emociones positivas y mejorar el equilibrio emocional.