En los últimos años se ha disparado la cantidad de información sobre la depresión en Internet, más particularmente se ha especulado mucho con la posibilidad de que consumir determinados alimentos podría ayudar a combatir la depresión. De hecho, cada vez son más los pacientes que acuden a la consulta preguntando por esta cuestión.
La contestación es simple, salvo por unas pocas excepciones, la respuesta es no. ¿Por qué?, la razón os la contamos en este artículo en el que hemos recopilado algunas informaciones engañosas que circulan por la red sobre este tema.
El cerebro responde fundamentalmente a las carencias, no a los excesos
En los últimos años ha crecido el número de estudios centrados en responder a la pregunta de si la dieta puede evitar la depresión o empeorarla cuando la sintomatología está presente. Lo cierto es que a poco que busquéis, seréis capaces de encontrar teorías fascinantes como la teoría de “la inflamación cerebral”.
Esta teoría sostiene que una dieta inadecuada rica en azucares refinados, carbohidratos simples y grasas hidrogenadas podría ser responsable de una inflamación cerebral que, en última instancia, empeoraría el curso de la sintomatología depresiva. En el estudio también se incluyen datos sobre la sensibilidad al gluten, donde casi la mitad de las personas con esta sensibilidad sufrían también depresión.
En esta misma línea, son muchos los estudios que han encontrado una relación entre una dieta carente de ácidos grasos y la presencia de inflamación y depresión. Pero, ¿por qué? Hay un ácido graso en particular, conocido como Omega-3, que es el responsable de antagonizar la acción de las citosinas pro-inflamatorias que, a su vez, desempeñan un papel fundamental a la hora de controlar o aminorar la sintomatología depresiva. Sin embargo, los seres humanos necesitamos obtener estos ácidos grasos de la dieta, ya que no los generamos de manera natural.
Entonces, ¿existe suficiente evidencia para considerar que el cerebro responde primariamente a las carencias alimentarias? En principio sí, y está relacionado con lo que ocurre cuando no ingerimos suficiente cantidad de algún nutriente a través de nuestra alimentación. De hecho, otro ejemplo de estos postulados son los estudios que muestran cómo un déficit primario de triptófano puede hacernos más vulnerables a la depresión y al enfado.
Muchos autores, con estos datos y de una forma muy ingenua, llegan rápido a la conclusión de que la ingestión en altas dosis de determinados nutrientes puede mejorar el estado de ánimo, sin embargo, este no suele ser el caso. Esta ingesta no sería suficiente para producir los cambios necesarios para mejorar nuestro estado de ánimo, el cerebro responde más a los déficits y a las carencias alimentarias.
Desmontando el mito sobre los alimentos antidepresivos
En resumen, si buscáis en Internet sobre los efectos de la alimentación sobre el estado de ánimo y, más particularmente, sobre los alimentos que prometen ser una cura mágica contra la depresión; encontraréis un montón de páginas con títulos muy sugerentes como “los 10 alimentos antidepresivos naturales para tu dieta”, “12 alimentos que te ayudarán a aumentar los niveles de serotonina”, “la dieta que te ayudará a vencer la depresión”, etc., pero lo cierto es que estas recomendaciones, aunque sugerentes, son malas interpretaciones de la literatura científica y, en muchos casos, no están basadas en la evidencia.
Por tanto, no creáis todo lo que leéis. No hay suficiente evidencia de que la manipulación alimentaria pueda generar cambios en los niveles plasmáticos de una sustancia en particular o aumentar la concentración de un neurotransmisor en el cerebro lo suficiente como para producir cambios en un caso de depresión.
Así, a la pregunta de si puede la dieta evitar la depresión, la respuesta es la siguiente: no esperéis que la dieta os haga sentir mejor ya que, en la mayor parte de los casos, una buena alimentación sólo os ayudará a prevenir la aparición de la sintomatología depresiva. En estos casos, lo mejor que podéis hacer es acudir a un profesional que mediante el uso de técnicas basadas en la evidencia científica como la psicoterapia os ayude a superar la depresión y prevenir su aparición en un futuro.